La incertidumbre de las reválidas


Este curso 2016-2017 se implantan las reválidas para los alumnos de 4º de ESO y 2º de Bachillerato, aunque este curso se trata de una prueba piloto. Para ellos no dependerá obtener el título en cada una de las etapas cursadas. Sin embargo, para los profesores que damos clase en Bachillerato, si tiene validez porque ha sustituido a la prueba de Selectividad. La premura de tiempo nos ha producido una cierta incertidumbre, porque todos sabemos que las PAU, estaban reguladas hasta el milímetro en cada una de las asignaturas. Sabíamos hasta la forma de las preguntas y las opciones que había. Este curso todavía no, a pesar del decreto del 30 de julio pasado.


Resulta evidente que una prueba de la que depende el título tiene que influir en las tareas y los contenidos de clase. Estos los conocemos pero no así el detalle del examen de reválida que como es lógico tiene que influir en las programaciones, en los tiempos en los cuales se regula el proceso de aprendizaje. Parece ser que cada asignatura tendrá 15 cuestiones, la mitad abiertas, se supone para Historia y Geografía, fuentes históricas o mapas o gráficos, y el resto preguntas de tipo test. Según señala el decreto, los detalles se tienen que cerrar antes de final de noviembre. Nos importa mucho porque los alumnos que estudian 2º de Bachillerato este año tendrán a la reválida como sustitutivo de la prueba de Selectividad.


Por otra parte, la incertidumbre que provocan las reválidas, tienen su origen en que son un importante campo de batalla política a parte de la propia ley educativa. Gran parte de los profesores y los alumnos rechazan estos exámenes ajenos al proceso de evaluación que se realiza en el centro, sobre todo la de cursos inferiores. Y también dentro de los mismos grupos políticos existen visiones totalmente contrapuestas, por lo que estas pruebas están en un proceso de negociación para acordar la política educativa a tener en nuestro país.

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