La actividad de la Globalización





La segunda parte de los contenidos de 3º corresponden a la Geografía humana, especialmente a la sección económica. En uno de sus apartados, los alumnos han participado en la realización de un vídeo en el que se ponen en común los conceptos esenciales de la Globalización.

El naturalismo de la pintura barroca española

Vieja friendo huevos, Diego Velázquez, 1618

La pintura barroca se basa en una representación realista tangible. La revolución de Caravaggio consistió en incrementar el realismo de los objetos y en utilizar personajes de la calle, sin buscar la belleza ideal como en el Renacimiento, tanto para crear escenas religiosas como mitológicas. Además, se valió de los fuertes contrastes de luces y de sombras, el llamado tenebrismo. Los pintores españoles barrocos desde comienzos del siglo XVII incorporarán ambas características a sus obras. Sobre todo una percepción del natural lo más fiel a la realidad de las naturalezas muertas o los bodegones de objetos, animales y frutas. De la misma forma, el empleo de personajes comunes, tal cual son, para las historias religiosas o mitológicas.

El patizambo, José de Ribera, 1642

Los mejores ejemplos los encontramos en las pinturas de la etapa juvenil de Velázquez, como El aguador de Sevilla o Vieja friendo huevos. Una tendencia que perduró en su trayectoria en la representación de los bufones de la corte. En este sentido, también el pintor José de Ribera, destacó por el empleo de tipos humanos de la calle y de personajes deformes en sus cuadros, como El patizambo o La mujer barbuda. Este naturalismo pervivirá a lo largo del siglo. Lo observamos en las obras de Murillo que representan a los niños mendigos, como en las de Juan Carreño de Miranda, representando a buzones o a personajes como La mostrua desnuda, concebido como prodigio de la naturaleza.

Joven mendigo, Bartolomé Esteban Murillo, 1650

El cambio climático afecta a las grandes ciudades españolas


Según noticias de prensa, basándose en el Observatorio de Sostenibilidad, en 50 años, la temperatura media de las capitales de provincia de España ha subido 1,6 grados. Una subida no homogénea. Hay ciudades que sufren más el cambio climático que otras. El calentamiento urbano es mayor en la porción mediterránea del país, en la parte este y sur. En Ciudad Real, por ejemplo, la temperatura subió 3,6 grados. En Cuenca, 2,91 y en Madrid, 2,5. Le siguen Zaragoza, Alicante o Barcelona. El aumento medio de las temperaturas en las ciudades españolas casi dobla el experimentado en el resto del planeta en el mismo periodo.

Aumento de las temperaturas entre el 1988-1992 y entre 2014-2018. EL PAÍS

Una ciudad en sí, constituye una isla de calor, dependiente a su vez de diferentes factores como son la longitud, la latitud, la cercanía al mar o a un río, la orografía,  o la vegetación. Se calienta mucho más que las zonas rurales. Intervienen los espacios oscuros, el cemento y el asfalto, disminuyendo, además, la evaporación, la transpiración urbana. Se atrapa mayor radiación solar y se frenan los vientos. Es por tanto un plus de aumento de temperaturas que incrementa el natural ahora influenciado por el calentamiento global de la atmósfera. De esta manera, tendrán que tomarse medidas para potenciar más las zonas verdes y las láminas de agua para reducir el impacto de las elevadas temperaturas en la población.

Los jóvenes contra el cambio climático


Ayer viernes 15 de marzo, los jóvenes fueron convocados a una huelga de carácter internacional por el clima, dentro de las iniciativas, #FridaysForFuture, Viernes para el futuro, o Juventud por el Clima. Un movimiento que arrancó en Suecia por la actitud de Greta Thunberg, una muchacha de 16 años, estudiante de secundaria, el pasado 20 de agosto, que empezó a llamar a la huelga escolar delante del parlamento. Desde ese día la protesta ha continuado hasta la actualidad, extendiéndose por todo el mundo. Los motivos de Greta, en principio, parten de la conciencia que existe un problema global climático muy grave, que amenaza el futuro de todos los seres humanos, especialmente de los más jóvenes, que sufrirán los efectos del cambio climático al que los políticos no ponen remedio. Las medidas que toman no sirven para cumplir los Acuerdos de París, imprescindibles para que la temperatura no suba a final de siglo 1,5 grados, y se produzca la catástrofe medioambiental.


Greta se ha puesto a la cabeza de una lucha imprescindible e inevitable, en la que no se puede esperar más. Los científicos y los jóvenes, muchos de ellos cuya edad les impide votar en unas elecciones, reclaman soluciones a corto plazo, unos cambios ya, en este momento, porque falta tiempo para solucionar una crisis climática evidente. La emisión de gases de efecto invernadero deben reducirse considerablemente. Los gobiernos deben tomar las medidas oportunas para ello sin más dilación. Las energías limpias deben sustituir a las sucias. El consumo desaforado e impropio de los países ricos debe reconducirse. La economía, igualmente, debe reestructurarse porque el lujo o el bienestar no puede favorecer a unos y causar el sufrimiento de la mayoría. Tenemos que quitarnos la venda de los ojos, un obstáculo de confort que nos impide ser conscientes de una realidad que será catastrófica en 2080, cuando vivan los jóvenes de hoy con menos de 20 años.


Los centros de poder mundiales parece que se han tomado en serio esta iniciativa que tiene a Greta Thunberg como símbolo. La joven sueca fue invitada a la cumbre del clima de Naciones Unidas en Katowice; en el Foro de Davos y en Bruselas, sede de la Unión Europea. Solamente falta que los políticos se dejen de titubeos, de negociaciones interminables donde los especuladores acaban ganando, y hagan algo, porque hay una enorme preocupación por el clima de nuestro planeta.

Historia del Arte en el Museo del Prado


El pasado 18 de febrero un grupo de alumnos de la materia de Historia del Arte visitaron el Museo del Prado. Descubrieron aquellas obras maestras correspondientes a los contenidos que estamos tratando en clase, principalmente la pintura barroca española. Hicimos una parada especial en las salas dedicadas a Diego Velázquez. También nos acercamos a la obra de El Greco y El Bosco, así como la copia de la Gioconda de Leonardo da Vinci. Aprovechamos al máximo el tiempo disponible para nuestro grupo, sobre todo por coincidir con el bicentenario de la pinacoteca madrileña, una institución fundamental de la cultura española.