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Grecia sobre las ruinas de Missolonghi.1826 |
Otra vertiente de la cultura en el inicio del mundo contemporáneo junto al Arte Neoclásico es el Arte Romántico, que está de actualidad en Madrid debido a la retrospectiva que el centro Caixaforum de la capital dedica en colaboración con el Museo del Louvre, al pintor Delacroix. Coincide con el estudio de este movimiento cultural que están realizando los alumnos de 4º de ESO, dentro del tema segundo referido a la revoluciones políticas hasta 1848.
Delacroix es uno de los mejores exponentes del espíritu romántico que busca su inspiración en las ansias de libertad individual y nacional de aquellos años. Un grupo de sus obras maestras se muestran: la más famosa, Grecia sobre las ruinas de Missolonghi, Las mujeres de Argel en sus habitaciones, o los bocetos de La muerte de Sardanápalo y La matanza de Chíos. El artista tomó partido por la libertad, como en el caso de Grecia frente a la opresión otomana, la represión política, donde se echa en falta otra de sus obras famosas, La Libertad guiando al pueblo.
El pintor buscó inspiración también en la literatura, en las obras de Lord Byron, Goethe o William Shakespeare. Viajó a Marruecos en 1832 haciendo escala en las ciudades españolas de Cadiz, Sevilla y Algeciras, que potenciaría el gusto por lo oriental, propio del romanticismo. Tuvo como referentes a los grandes maestros del estilo barroco como Van Dyck y sobre todo, Rubens, que junto a Goya, serían sus grandes referentes en la pintura.
Su estilo pictórico parte del estímulo de la realidad contemporánea o de la tradición literaria, para centrarse cada vez más en la valoración de la expresión del color y de la luz, de la materia pictórica por ella misma, por su propio fin, que hacen resaltar la modernidad de su obra artística. Resulta, por tanto, un artista revolucionario en un doble sentido, frente a las convenciones neoclásicas, y como exaltación de un mundo en pleno cambio político, de un arte que tiene una entidad singular, con una pintura que se valora por el desarrollo de su propio lenguaje.