Nuestros deseos navideños


 Los alumnos de 4º B han realizado una actividad de tutoría para despedir el año 2021. Según llega las vacaciones navideñas hemos querido expresar los mejores deseos y emociones influidos por el espíritu de estos días. Salud, paz, amistad, libertad, felicidad, amor, esperanza, solidaridad, entre otros. Esperemos que sintamos cada uno de ellos en estos tiempos de pandemia. Son los mejores deseos para el nuevo año.



Lectura de cómics


 El cómic tiene un doble componente, artístico y literario. Resulta un medio para estimular la lectura. Hoy los jóvenes están muy pendientes de las pantallas pero no para desarrollar hábitos como la lectura o la búsqueda de información. El cómic puede ser un medio para enfocarles a la lectura en general. He seleccionado tres obras referidas a la Edad Media de una antigua colección de cómics para un grupo de alumnos de 2º con ciertas dificultades para el estudio y la concentración. Creo que les motivará más su lectura que un libro propiamente dicho adaptado a su edad. Las obras son breves de unas treinta páginas. Corresponden a la serie verde de las Joyas Literarias Juveniles de la editorial Bruguera. Fueron publicados entre 1970 y 1983. Todavía se encuentran disponibles en Internet. Espero que resulte. El cómic como primer paso o complementario para retos literarios y lecturas más elevadas.

Fotografía e Historia


La imagen fotográfica es un documento histórico de primer orden. Muy pronto, desde que se difundió la técnica ha servido para documentar monumentos arquitectónicos, personajes de nuestro pasado o paisajes urbanos o naturales. En un principio las cámaras pesadas y el procedimiento para captar fotografías requería una elaboración que limitó su alcance. Los documentos conservados son, por ello, de gran valor para unas épocas tempranas de las cuales tenemos mayoritariamente testimonios escritos, grabados, dibujos y pinturas. Rápidamente la fotografía vino a sustituir aquellos testimonios por la calidad y veracidad de los resultados.




El Canal de Isabel II y la Comunidad de Madrid organizan en la actualidad dos exposiciones fotográficas que muestran el valor de la fotografía como documentos histórico. La primera de ellas se centra en el reinado de su promotora, y expone las fotografías del británico Charles Clifford, que se estableció en Madrid entre 1850 y1863. Su interés reside en que se convertirá en el fotógrafo de la reina y de su familia. Además testimoniará la transformación de la capital desde una urbe preindustrial a una ciudad que sufre profundos cambios de carácter político y económicos con la construcción de nuevas infraestructuras. De esta manera, observamos los nuevos edificios de las Cortes, de la ópera, la construcción de la nueva Puerta del Sol, y sobre todo de la llegada de agua desde la sierra, una de las necesidades más urgentes de la población.




La segunda exposición se dedica a la firma, Alfonso. Fotógrafo, que se va a dedicar al fotoperiodismo en la primera mitad del siglo XX. Este estudio estará formado principalmente por Alfonso Sánchez García, y Alfonso Sánchez Portela, padre e hijo, que abastecerán de imágenes a la prensa del momento. Hoy sus fotografías testimonian importantes acontecimientos y personajes del reinado de Alfonso XIII, la dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República y la Guerra Civil, y el principio del Franquismo, cuando se le prohíbe la actividad periodística, aunque no el retrato. Constituye un conjunto significativo de imágenes protagonistas de los libros de Historia. Como el entierro de Canalejas; la huelga de 1917 y los líderes obreros; la proclamación de la República en la Puerta del Sol; la entrevista con el líder rifeño, Abd el Krim; y el presidente de la Generalitat, Lluís Companys en prisión, entre las numerosas fotografías de interés histórico.




 

La pintura realista y la sociedad de clases



 A mediados del siglo XIX, surge un nuevo estilo de pintura, el realismo. Coincide con el desarrollo de la industrialización y de una nueva sociedad, la de clases, basada en el nivel de riqueza de las personas. El grueso de la población pertenece a las clases desfavorecidas: el campesinado, y el nuevo proletariado, que ha participado, junto a la pequeña burguesía, en la revolución de 1848. En la misma fecha, Marx y Engels publican el Manifiesto Comunista. Las nuevas circunstancias influyen en los artistas en favor de un compromiso ético con las clases desfavorecidas. Por ello apuestan por una pintura que refleje la realidad de forma objetiva, sin ninguna retórica. En esta línea podemos destacar tres artistas franceses: Gustave Courbet, François Millet y Honoré Daumier.




Courbet fue un pintor de ideas socialistas que participó en la revolución de 1848 y en la Comuna de París. Su pintura fue revolucionaria en los temas y en la forma respecto al estilo romántico. Causó, de esta manera, escándalo al fijarse en la realidad de lo representado sin idealización. Inmortalizó, por ejemplo, a picapedreros, a su propio taller, un entierro popular, desnudos, y escenas de caza. Un entierro popular, en un pueblo donde buscó refugio, es el tema de una de sus obras capitales. En Ornans, realizó a modo de friso un retrato colectivo de más de 6 metros, que llamó la atención por llevar al lienzo un asunto que no era de interés para los artistas tradicionales. Igualmente, por aludir a la muerte de forma desapasionada y sin transmitir pensamientos elevados, sin contenido o argumento literario.



 François Millet reflejó en sus obras el trabajo campesino sin mayores pretensiones. Utiliza composiciones simples y figuras monumentales en paisajes que valoran los cambios de luz y de atmósfera. Honoré Daumier fue otro artista comprometido políticamente, para el que el arte es un instrumento de lucha para transformar la realidad social. Desarrolló una importante labor como caricaturista político empleando diferentes medios, la pintura, el dibujo, la acuarela, y especialmente la litografía. El tema, El vagón de tercera clase, lo desarrolló en una serie de obras, que muestran una precisa descripción de la realidad, mediante líneas fluidas y claroscuro.

Visita al Museo Arqueológico Nacional


 El pasado viernes 3 de diciembre los alumnos de Historia de España e Historia del Arte de 2º Bachillerato visitaron el Museo Arqueológico Nacional. Recorrimos, primeramente, las salas correspondientes a las pueblos colonizadores, fenicios y griegos, y a los nativos de la Península Ibérica, Celtas e Iberos, así como a la cultura tartésica. Luego, visitamos los amplios espacios dedicados al periodo romano, visigodo e islámico. Ha sido la primera salida extraescolar en dos años, tras la incidencia de la pandemia. Esperemos que la normalidad se imponga de manera definitiva.




Descubrimos el arte medieval


Estamos estudiando en 2º de ESO, el arte en sus distintas manifestaciones a través del proyecto, DESCUBRIMOS EL ARTE MEDIEVAL. Se va a extender durante dos trimestres del curso. Hasta el momento hemos llevado a cabo el estudio correspondiente al arte románico. Nos hemos centrado en los rasgos esenciales del estilo románico, referidos a los elementos propios de la arquitectura y la forma de entender la escultura y la pintura. Los alumnos, a parte de establecer las características principales, han tenido que buscar las imágenes de los ejemplos más significativos que se hayan en Europa y en España. Han podido comprobar que es un estilo, expresión de la organización feudal de la sociedad de la Alta Edad Media. El estilo se manifiesta en los monasterios de la orden de Cluny y en las iglesias de los caminos de peregrinación.



La escultura y la pintura románica están al servicio del mensaje espiritual de la época. Un mensaje simbólico centrado en la esencia del concepto religioso, que tiene como base las Sagradas Escrituras. El arte se pone a su servicio con una finalidad didáctica, en una sociedad en la que la mayoría de la población es iletrada. Lo observamos en las portadas, los capiteles, las fachadas, y los ábsides, decorados con esculturas y pinturas, al fresco en su mayoría. Para el segundo trimestre, que se iniciará en breve, vamos a hacer los mismo, pero en este caso, con el estilo gótico. Un cambio importante que expresa la nueva sensibilidad de la Plena y la Baja Edad Media. Un estilo que se prolongará en el tiempo hasta el siglo XV con la llegada del Renacimiento.



Un apartado especial corresponde al arte islámico, en concreto, el llevado a cabo en suelo español. Ocupa todo el periodo medieval, y lo estudiaremos como el anterior centrándonos en las características principales, los elementos más significativos y los ejemplos más relevantes. Para la realización del proyecto les proporciono un esquema básico y los ejemplos que tienen que buscar, la imagen y una pequeña información. Intentamos emplear un soporte digital, pero no descartamos el empleo de la impresión en papel y cartulina.

Nuestro museo imaginario


 

A lo largo de este curso, en la materia de Historia del Arte de 2º de Bachillerato, vamos a estudiar, un curso más, las obras de arte, tanto de arquitectura, escultura como pintura, y los autores seleccionados por la programación oficial del curso, mediante el proyecto, NUESTRO MUSEO IMAGINARIO, donde los alumnos tendrán que agrupar esas obras por épocas y estilos, para así tenerlas reunidas y facilitar su aprendizaje. Permitirá visualizarlas a golpe de ratón o pantalla, estimulando su estudio, gracias al soporte digital elegido para recoger la imagen o la información básica de la misma. Una imagen que podemos agrandar y reducir, disponiendo de la misma cuando la necesitemos rápidamente. El papel, así, tanto de un libro de texto o unos apuntes lo sustituimos por la flexibilidad y calidad que permite el soporte digital.

Cine e historia medieval: El último duelo


 El final de la Edad Media corresponde a un mundo en crisis a todos los niveles. En el siglo XIV un pequeño cambio climático, que provoca bajas temperaturas, reduce las cosechas ocasionando una pobre alimentación de los campesinos. De esta manera, la peste se extiende entre la población debilitada. Además, éstos apenas pueden pagar sus rentas a los señores feudales, que cada vez les exigen más. Los nobles vasallos se enfrentan a la alta nobleza, y éstos, a su vez, a los reyes, por el poder. La llamada, Guerra de los Cien Años asola Francia de violencia y muerte. En este ambiente, se desarrolla la película, EL ÚLTIMO DUELO, del director Ridley Scott, que se basa en un suceso real que tuvo lugar en Francia en 1387, según la crónica antigua de Jean Froissart, en la cual se basa el libro de Eric Jager del que parte el guion.



El suceso real es un duelo a muerte entre dos caballeros, tal vez el último concebido como un juicio de Dios, es decir que quien venciera estaba en posesión de la verdad. La muerte del contendiente era el castigo. Además, de la de su mujer, como en este caso, que se debatía  una denuncia que partió de ella y de su esposo, para restituir su honra. Los escuderos, nobles de menor rango, Jean de Carrouges y Jacques Le Gris son amigos y compañeros de batallas al servicio del rey de Francia. El destino los va a separar y enfrentar hasta su muerte.  El primero es iletrado pero extraordinariamente valiente en el combate, el segundo, de formación clerical y culto, va a ascender socialmente al servicio del conde Pierre d´Alençon.




Jean de Carrouges, cuya valentía le permitirá ser caballero del rey, tras la muerte de su primera esposa y su hijo por la peste, se casa de nuevo con Marguerite para mantener su linaje, de cuyo padre recibe una extensa dote. Es una mujer culta, lectora de libros, que es capaz de llevar las cuentas del feudo en ausencia del marido. En una ocasión que éste se encuentra combatiendo, Jacques Le Gris, la viola, después de haberse fijado en ella. En vez de callarse, prefiere denunciar, que no consintió, sino que fue forzada contra su voluntad. Jean decide ante la versión contraria de Le Gris, pedir al rey un juicio de Dios, que quien venciera el duelo a muerte, tendría la razón.




La película comienza y termina con el duelo. Entre el preámbulo y el final se desarrollan los tres episodios en las que se divide. Cada uno corresponde con las tres versiones de los hechos que motivan el duelo. La de Jean de Carrouges, la de Jacques Le Gris y la de Marguerite, que sería condenada a morir en la hoguera si su marido moría, cosa que ella desconocía antes de denunciar como violación los hechos. A final, el violento combate, primero a caballo, y luego con la espada, se decanta por su marido, restituyendo su honra y la de su linaje.

Características de la pintura romántica


 
Otra etapa en nuestro recorrido por el arte contemporáneo, corresponde al estilo romántico, que surgió casi al mismo tiempo que el neoclasicismo, y alcanzará su punto álgido en la primera mitad del siglo XIX. La sensibilidad romántica, que se manifiesta en todas las expresiones artísticas, apuesta por el individualismo, la mirada subjetiva del artista ahora convertido en un genio creador. Además, valora las emociones y los sentimientos, la capacidad expresiva frente al sometimiento a unas normas. Coincide con un mundo convulso por el cambio político y social de las revoluciones políticas y sociales. La pintura se muestra como el mejor medio para crear imágenes asociadas a la nueva sensibilidad.




Las guerras napoleónicas trastocaron el mapa de Europa. La exaltación de las costumbres nacionales, la lengua y la cultura de cada país, se encuentran en la base del nuevo espíritu. Nuestro continente, igualmente, se va abriendo a nuevas culturas, según se desarrolla la revolución industrial. Atrae en este momento lo pintoresco y lo distinto que proporcionan la culturas orientales o las nuestras más ligadas a la tradición. Se exalta el pasado medieval y concibe la naturaleza sometida a fuerzas sobrehumanas. La representación del paisaje será uno de los temas principales de la pintura. Una pintura que se caracteriza por predominio del color sobre el dibujo; los contrastes lumínicos y las composiciones dinámicas, llenas muchas veces de energía y dramatismo. 




Estas características las observamos en la pintura de autores como Théodore Gericault, en su emblemática obra, La balsa de la Medusa, que representa el momento de mayor dramatismo en el naufragio de esta fragata. Eugène Delacroix, expresa como ninguno, el espíritu de las revoluciones liberales y el nacionalismo de principios del siglo XIX. Así lo observamos en obras como La Libertad guiando al pueblo, o La matanza de Chíos y Grecia expirando en las ruinas de Missolonghi. Varias de sus obras se inspiran en el mundo oriental como La muerte de Sardanápalo o Mujeres de Argel. Las escuelas inglesa y alemana son las más importantes en la representación del paisaje romántico. Los fenómenos de la naturaleza como las tormentas o las tempestades son similares a la expresión de los sentimientos más exaltados. 




Frente al desarrollo urbano e industrial destructivo, el paisaje levemente humanizado nos llevan a la Arcadia feliz o si están poblados de ruinas, expresan la nostalgia por el pasado perdido. Ejemplos de esta corriente, los vemos en la obra de John Constable, representando la campiña inglesa. Capta en pinturas como El carro de heno, la vida tranquila del trabajo agrario, influidos por los cambios atmosféricos y lumínicos. Éstos se vuelven el tema principal en los cuadros de William Turner, en concreto, en Vapor, lluvia y velocidad. Finalmente, el paisaje adquiere un carácter simbólico y religioso en la pintura de alemán, Caspar David Friedrich, donde combina elementos y figuras del primer plano, frente a un fondo de espacio inmenso lleno de misterio, como en El caminante sobre el mar de nubes.

Frente a la crisis climática


 La Historia surgió entorno a grandes ríos como el Nilo en Egipto y el Eúfrates y el Tigris en Mesopotamia, en unas condiciones medioambientales que permitieron el desarrollo de la civilización humana. Hoy aquellos ríos que fluyeron durante miles de años sufren graves sequías, poniendo en grave peligro las formas de vida que se desarrollan en su entorno. Esto es sólo una muestra de las múltiples evidencias de la crisis climática que padece nuestro planeta. Grandes tormentas e inundaciones, elevadas temperaturas asociadas a incendios de última generación difíciles de combatir, fríos glaciares repentinos. La circulación atmosférica evidencia los problemas que le causan los gases de efecto invernadero. El dióxido de Carbono, el óxido nitroso y el metano.




Por ello el mundo está en guardia, y cada cierto tiempo se celebran conferencias internacionales auspiciadas por la ONU, para tomar acuerdos vinculantes en la mayoría de países para frenar el cambio climático. Este mes, entre el día 1 y el 12, se celebra en la ciudad escocesa de Glasgow la COP26 (Conferencia de las Partes), donde los líderes mundiales de unos doscientos países, aquellos que forman parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, y luego sus ministros tratan de llegar a compromisos claros y precisos que combatan las consecuencias del calentamiento global. La reunión mundial desarrolla la Conferencia de París de 2015 para reducir la subida de temperaturas a finales del siglo XXI en 1,5 grados, desde la época preindustrial. Sabemos que las temperaturas ya han subido en 2021 en 1,1 grados y el objetivo de cumplir lo acordado se aleja cada vez más.



El reto para los países es mayúsculo. Transformar nuestros sistemas industriales y energéticos y de transporte, y todo nuestro sistema de vida. Se necesitan planes de recorte de las emisiones convincentes e inmediatos, a corto plazo.  El informe de la ONU base de la COP26 se reafirma en los esfuerzos insuficientes de los países que piensan a largo plazo. De todas las maneras, unos 76 países han presentado planes en los que se prometen llegar a 2050 con emisiones netas en cero. A ellos se suman otros tantos países que sitúan la metas en 2060. Pero sólo once países cuentan con una ley nacional en la que se obligue a alcanzar esa neutralidad de emisiones. Doce miembros del G20 se han comprometido a un objetivo neto cero, sin mayores precisiones.




El mayor contaminante es China, seguida de EEUU, India y la Unión Europea. Los planes más convincentes provienen de los Veintisiete. La apertura económica tras la recesión provocada por la pandemia ha generado un aumento de emisiones tras el recorte del 5,6%, causado por el aumento de la demanda, unida a una fuerte subida de precios. Cambiar el sistema de generación de energía proveniente de los combustibles fósiles no se consigue de un día para otro. Los compromisos ya están encima de la mesa. Abandonar el carbón para generar electricidad. Dejar de producir coches de combustión en 2030. Reducir un 30% las emisiones de metano. Igualmente, ayuda financiera para los países más pobres para hacer frente a los efectos del calentamiento y a recortar sus emisiones. Esperamos que esta sea la senda correcta y efectiva por la que marchen los países que están comprometidos con el cambio climático.

El taller de Leonardo da Vinci


El Museo del Prado organiza una pequeña pero significativa exposición sobre el taller de Leonardo da Vinci y su manera de enseñar pintura a sus discípulos, titulada, LEONARDO Y LA COPIA DE MONA LISA. NUEVOS PLANTEAMIENTOS SOBRE LAS PRÁCTICAS DEL TALLER VINCIANO. Se centra en tres obras que se realizaron en ese ámbito, Mona Lisa del Museo del Prado, la Santa Ana del Hammer Museum, y el Salvator Mundi de Ganay. Todas ellas coinciden que son copias realizadas por el mismo autor, hasta ahora desconocido, que trabajaba en el taller de Leonardo. A través de procedimientos técnicos como la reflectografía infrarroja se ha podido deducir mucho más, aparte de esa autoría, debido a la coincidencia en el estilo del trazado subyacente y en la manera de construir las carnaciones.




Sabemos que en el taller de Leonardo había un modo de trabajar común, aparte de las influencias formales. El aprendizaje junto al maestro estaría centrado en la educación de la mirada y en que supiesen comprender los fenómenos lumínicos y cromáticos que fueron objeto de sus investigaciones. Les dejaba gran libertad, siempre que mantuviesen la calidad final y los objetivos propios del arte de la pintura que tanto demostró en sus escritos conservados. Leonardo autorizó la copia, como observamos del retrato de Mona Lisa,  a partir de sus prototipos, ya sean pinturas o dibujos, y además, en ocasiones, intervino en ellos. El genio, supervisaba los trabajos de pintura de los discípulos después de haberles proporcionado modelos dibujados, y en algún caso, de obras que nunca llegó a pintar, como el tema de Leda y el cisne. La huella de Leonardo, por tanto, no sólo se manifestó en los discípulo directos, sino en pintores contemporáneos como Andrea del Sarto, Rafael Sanzio, y los españoles, Fernando Llanos y Fernando Yáñez de la Almedina.

La primera revolución liberal española


 El inicio de la Edad Contemporánea se caracteriza por el desarrollo de revoluciones políticas y sociales que ponen fin al Antiguo Régimen. Se iniciaron con la Revolución americana, seguida por la francesa de 1789, para extenderse por el continente europeo. Se aspiraba a un nuevo sistema político regido por los principios de la división de poderes, la soberanía nacional y la proclamación de los derechos de libertad e igualdad ante la ley. El marco legal quedaría reflejado en las constituciones. Por primera vez, la burguesía en ascenso por el incipiente capitalismo, el que fuera el grupo social mas activo del llamado Tercer Estado, alcanzaría el poder y pondría fin a los privilegios de sangre de la nobleza.




Este proceso revolucionario cuyas ideas se plasmaron en nuestro continente en la constitución francesa de 1791, tras formar el Tercer Estado, primero una Asamblea Nacional, luego Constituyente, se mostraría en España durante la Guerra de la Independencia contra los ejércitos napoleónicos, que pretendían crear un imperio al mando de Napoleón, sin tener en cuenta las aspiraciones de los naciones. Precisamente sería la Junta Suprema Central encargada del gobierno y la defensa del país, desde septiembre de 1808, la que inició la revolución española con la convocatoria de Cortes generales. Una asamblea que se decidió que fuera unicameral y elegida por un sistema de sufragio universal masculino indirecto.




La Junta Suprema se refugió en Cádiz tras las derrotas militares ante los franceses. En la ciudad andaluza se disolvió en 29 de enero de 1810 en favor de un Consejo de Regencia, que iba a mantener la convocatoria de las Cortes, que se reunieron por primera vez, el 24 de septiembre de 1810 en San Fernando, validando su iniciativa en el decreto de la misma fecha que establece la soberanía nacional. Por tanto, se proclamaron legítimamente como depositarios del poder con vistas a elaborar una constitución y unas leyes que articulasen el nuevo orden, a pesar de las condiciones impuestas por la guerra. La nueva constitución vio la luz en la ciudad de Cádiz el 19 de marzo de 1812.




El nuevo texto constaba de 384 artículos organizados en 10 títulos, cuya esencia se resume en el principio de que la soberanía reside en la Nación, compuesta por ciudadanos libres e iguales. Además, el reconocimiento de los derechos y libertades que aparecen en el articulado, configuran un sistema radicalmente distinto y suponían un cambio revolucionario. Los diputados entre 1810 y 1813 promulgaron, igualmente, varios decretos que desmantelaban las estructuras sociales y económicas del Antiguo Régimen, siendo en más destacado el publicado el 6 de agosto de 1811 que abolió los señoríos. Sin embargo esta labor, y el propio texto constitucional, sólo estuvo en vigor hasta que Fernando VII los abolió el 4 de mayo de 1814. La Constitución de Cádiz fue jurada, otra vez, por el rey en el Trienio liberal, entre 1820 y 1823, para convertirse después en un texto referencial del constitucionalismo español.

Características de la pintura neoclásica


 Los profundos cambios políticos, sociales y económicos al inicio de la Época Contemporánea, tienen su equivalente en las transformaciones estilísticas. Frente al estilo Rococó propio de la nobleza del Antiguo Régimen, surge el Neoclasicismo, en el que se tiene como modelo la antigüedad grecolatina, como mejor forma de expresar los valores universales propios de los nuevos tiempos. Se adecua al pensamiento de la Ilustración que exalta la razón, que trata de mejorar la vida de los súbditos al aplicar reformas educativas para obtener la felicidad y el progreso social. La búsqueda de la belleza ideal y la perfección artística se corresponde con la rectitud moral, y la defensa de valores como el patriotismo, la dignidad y el heroísmo.




La pintura neoclásica valora la línea, el dibujo sobre el color. La claridad y serenidad compositiva frente a los grandes escorzos y decoraciones. Tiene un finalidad educativa y moralizante. Un lenguaje sobrio para expresar las aspiraciones de la burguesía revolucionaria, que debe convertirse en un elemento transformador de la sociedad.  El pintor francés, Jacques-Louis David es el mejor ejemplo de artista neoclásico. Además comprometido con la Revolución Francesa, para terminar al servicio de Napoleón. La huella de la influencia clásica se observa primeramente en El Juramento de los Horacios (1786), donde representa un tema de la historia de Roma de carácter patriótico. Las arquitectura, los vestidos de los personajes, la composición equilibrada, nos recuerdan aquel pasado glorioso, en la que un grupo de hermanos van a sacrificar su vida.




En Marat asesinado (1793), un vacío se cierne sobre el cuerpo muerto del revolucionario, que exalta su dignidad y compromiso moral. El propio artista participó durante el periodo jacobino en la Convención republicana. Según evoluciona la marcha de la revolución, sus temas cambian en favor de un nuevo régimen más moderado, como expresa en El rapto de las Sabinas (1799), y finalmente al servicio propagandístico de la figura del emperador Napoleón Bonaparte. En este periodo el estilo neoclásico se convertirá en una moda que se aplica a la decoración o el vestido a la manera del imperio romano, y será adoptado por la nobleza europea, como observamos en el retrato de La marquesa de Santa Cruz, (1805), pintado por Francisco de Goya.




Cine e Historia Contemporánea


 Este curso vamos a incidir más en el cine como forma de abordar la historia contemporánea. La hacemos más próxima, que el relato escrito a los ojos actuales. Ya empleamos con asiduidad las imágenes de vídeos cortos para explicar la materia, pero quiero utilizar el llamado Séptimo Arte, para profundizar más en el tratamiento del pasado, como a sus implicaciones en el presente. Las mayores limitaciones son las de tiempo, pero aprovecharé el tiempo suplementario que me proporciona, en la medida de lo posible, la actividad como tutor de un grupo de alumnos de 4º para esta finalidad.




La primera de ellas será, MARÍA ANTONIETA. LA REINA ADOLESCENTE, escrita y dirigida por Sofía Coppola, que nos permite dos objetivos, abordar el Antiguo Régimen, la corte de Versalles en el siglo XVIII, y los prolegómenos de la Revolución Francesa. El despilfarro y los lujos de la monarquía frente a las necesidades políticas y económicas del Tercer Estado, la burguesía y el pueblo francés. La desmembración de los poderes reunidos en una sola persona, la del rey absoluto, en tres separados para constituir una forma de gobierno más abierta a la voluntad de la nación según las ideas que desarrollaron los ilustrados.

El Imperio de Justiniano


 En los muros del presbiterio de la iglesia de San Vital de Rávena se encuentran dos mosaicos que representan a Justiniano y Teodora, y sus respectivas cortes, llevando ofrendas a la que sería el templo más importante de la ciudad, capital de su imperio en Italia. Justiniano aparece vestido de color púrpura con nimbo junto al obispo de la ciudad, Maximiano, y seguramente, el general Belisario. Justiniano se muestra, así, como máxima autoridad, que une los poderes políticos y religiosos. Por aquella época, a mediados del siglo VI, han culminado con éxito las campañas militares que pretendía revivir el imperio romano de Occidente, que había caído por las invasiones de los pueblos germanos el año 476.




El reinado de Justiniano I (527-565) es la época de mayor esplendor del llamado Imperio Bizantino, entidad política que continúa el imperio romano de Oriente, creado a la muerte de Teodosio en el año 395 con capital en Constantinopla. Logró sobrevivir porque rechazó hábilmente a los pueblos invasores procedentes del centro de Europa y Asía. Serán estos éxitos militares, la derrota de los persas, lo que llevará a Justiniano a dirigir sus objetivos a Occidente. Primero, por el norte de África hasta el sur de España, después se hará con Italia, donde establecerá la capital en Rávena. Para ello se valió de eficaces generales como el mencionado Belisario y Narsés.




El emperador concentraba todo el poder político y religioso en todo el territorio. Se valía de una eficaz administración de funcionarios y militares para controlar las provincias en las que se dividía. Gran parte de las riquezas del imperio provenían de la situación estratégica de Constantinopla entre Europa y Asia, donde llegaban las rutas del lejano Oriente. Además, fabricaba sus propios productos de lujo como marfiles, sedas, tapices, y esmaltes. De todas las maneras, la agricultura, organizada en grandes propiedades, siguió siendo la base de la economía bizantina.




Si durante este periodo se llegó a revivir el imperio romano de Occidente, igualmente coincide con una época de esplendor cultural. Caracterizado por un lado, por la codificación del Derecho romano, llamada, el Corpus Iuris Civilis, uno de los más importantes legados del mundo antiguo; por otro, por el desarrollo de un estilo artístico, arquitectónico, sobre todo. El ejemplo más destacado es la basílica de Santa Sofía de Constantinopla, construida por los arquitectos, Artemio de Tralles e Isidoro de Mileto. Un edificio singular que combina la planta basilical y central, con una cúpula única por su tamaño en toda la Edad Media. El estilo arquitectónico bizantino se definirá por el desarrollo de los espacios interiores abovedados con cúpulas sobre pechinas y los muros decorados con mosaicos de temática religiosa sobre fondos dorados. Bizancio se define como la unión de la cultura latina y la griega a la que ayudo a perdurar.

Las ideas de Rousseau

Hemos empezado a estudiar los contenidos de historia contemporánea de 4º, centrados primero en las características del Antiguo Régimen, luego en la Ilustración. A mediados del siglo XVIII, podemos decir que comenzó una de las revoluciones que nos abren paso a la nueva época, la del pensamiento, que trata de cambiar, desde la luz de la razón, todos los aspectos del ser humano. Las ideas de Rousseau son especialmente iluminadoras, que brillan todavía sobre las imperfecciones del mundo actual. Sabemos que partía de la convicción que el hombre era bueno por naturaleza, y que la sociedad lo corrompe. El ser humano lleva inherente dos aspectos la libertad y la igualdad. De la segunda depende la primera como condición para que pueda existir. A su vez, sin libertad dejas de ser hombre.



El ser humano para Rousseau debe cambiar su libertad natural que le convierte en un ser insolidario e injusto. Debe regirse por  la voluntad general. El poder en la sociedad no lo tiene ya el rey, sino la soberanía reside en el pueblo, que la cede mediante un acuerdo a un poder superior, que gobierne en su nombre, mediante leyes justas que persiguen el bien común. La libertad natural se transforma, en consecuencia, en una libertad civil, y la ley de la comunidad, evita que la riqueza la posean unos cuantos ciudadanos en detrimento de otros, los más pobres. De esta manera, quedan establecidas las bases de la auténtica democracia, el gobierno de los ciudadanos libres e iguales.

Arte e Historia Contemporánea

 

A lo largo de este curso vamos a realizar el proyecto ARTE E HISTORIA CONTEMPORÁNEA. En los tres trimestres estudiaremos el arte más importante del momento, los artistas, los estilos y las obras, de la pintura, escultura y arquitectura. Nos ayudarán a tener una visión más completa de aquellos personajes que protagonizaron los acontecimientos más relevantes. Según lleguemos al siglo XX, completaremos nuestro estudio con la fotografía y el cine. Lo mismo que las producciones literarias amplian la comprensión del pasado para el historiador, tener presente sus intereses estéticos, muestra igual relevancia, convirtiéndonos en otro tipo de historiador, el del arte. En el primer trimestre, la época de las revoluciones que dejaron atrás el Antiguo Régimen, e inauguraron el mundo contemporáneo con las transformaciones políticas y económicas liberales, nos ocuparemos de la figura de Goya y los estilos Neoclásico y Romántico. Asociados a las transformaciones urbanas e industriales, terminaremos con el estudio de la arquitectura del hierro, y el estilo realista en pintura.

La capa de ozono y el cambio climático


 A mediados de la década de los setenta, se descubrió que 96 sustancias químicas agotaban la capa de ozono (SAO). La comunidad internacional firmó el Protocolo de Montreal en 1987 para la eliminación de esas sustancias que se empleaban en aerosoles y en aparatos de refrigeración. Gracias a su prohibición, hoy sabemos que la capa de ozono se está regenerando, y se espera que se restablezca totalmente en 2060. La capa de ozono situada en la estratosfera protege la vida en la Tierra y la salud humana, y limita la incidencia de los peligrosos rayos UV. Un estudio publicado este mes informa que que el Protocolo de Montreal, ha reducido también el calentamiento global, al impedir la acumulación de dióxido de carbono.




Si no se hubiera regenerado la capa de ozono, los rayos ultravioleta hubiesen dañado los tejidos de los árboles y las plantas, limitando la fotosíntesis y, por tanto, la capacidad de la biosfera de absorber el dióxido de carbono de la atmósfera. Además, los SAO, son gases de efecto invernadero. De esta manera, la prohibición de su uso ha provocado que las temperaturas no se incrementasen en 0,8 grados. Este calentamiento extra que hubiera sufrido el planeta habría echo imposible cumplir con el objetivo del acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados respecto a niveles preindustriales en el que un conjunto de países está empeñado en este momento.

La pintura rupestre


 Hemos empezado el estudio de la Historia de España con la Prehistoria. Uno de sus enunciados más destacado corresponde a la pintura rupestre o parietal, aquella realizada en las paredes de las cuevas o abrigos al aire libre. La más antigua apareció en la península durante el Paleolítico Superior, entre los 40.000 y los 10.000 años. Corresponde a una actividad artística superior fruto del grado de desarrollo intelectual, similar al hombre actual del Homo sapiens, que llegó por aquellas fechas a nuestro territorio. Fueron realizadas en el interior de las cuevas convertidas en lugares sagrados. Representan animales aislados, sobre todo bisontes, además de caballos y ciervos.




Las figuras son a menudo polícromas, con un estilo realista y detallado. Para ello empleaban pigmentos de diferentes colores, especialmente el rojo y el negro. Los animales se representan estáticos o en movimiento, con diferentes posturas. Los primitivos artistas paleolíticos tuvieron la intención de representar la profundidad y el volumen, para lo que emplearon los abultamientos de la piedra. Además de estas representaciones figurativas, aparecen signos abstractos y estampaciones de manos. Las pinturas más importantes de la península se encuentran en la Altamira, dentro de un conjunto más amplio de ejemplos en Cantabria y Asturias, y a su vez en Francia, que forman la pintura franco-cantábrica, unidas por semejantes rasgos estilísticos y temáticos.




Una de las principales incógnitas reside en su significado. Tal vez poseyeron un sentido mágico, el propiciar la caza o favorecer la fecundidad del grupo social. También, pudieron tener un sentido religioso, de gran valor espiritual y simbólico. Igual problema presenta la pintura realizada posteriormente entre el Mesolítico y el Neolítico (entre 7.000 y 4.000 años), esta vez, en cambio situadas, no en la profundidad de una cueva, sino en abrigos rocosos de la vertiente levantina, por ello se lo ha llamado arte rupestre levantino. Presenta diferencias notables respecto a la precedente. Aparece continuamente la figura humana formando escenas, que corresponden a condiciones sociales y económicas más avanzadas. Así observamos conjuntos referidos a la caza, a la guerra, a la recolección, a la  domesticación de animales y danzas rituales, entre otras.




Las figuras de hombres como animales son estilizadas, casi esquemáticas y monocromas, de un sólo color, pudiendo emplear el rojo o el negro. El artista tiene una finalidad narrativa, de reflejar la acción. Su localización al aire libre ha propiciado muchas veces su mal estado de conservación. Podemos nombrar numerosos ejemplos, destacando las pinturas de Cogull (Lérida) y Valltorta (Castellón).