Me llega la jubilación con el final del curso. Han sido 35 años entre 1987 y 2022 ininterrumpidos. Todos ellos en la ciudad de Leganés. Los últimos 20 en los mismos edificios por ser la fusión entre el IES. Octavio Paz y el Juan de Mairena, que dieron lugar al IES. Pedro Duque, tras un año de llamarse IES. Cabrera Infante. Ha constituido un largo periodo de tiempo donde se han experimentado numerosos cambios en la educación, relacionados con la evolución política y económica del país. Por un lado, las transformaciones legales desde la famosa LOGSE que se aplicó en la década de los noventa, hasta la LOMCE, y la LOMLOE, que está iniciando su aplicación. Fue la primera la que supuso la desaparición del Bachillerato Unificado y Polivalente, la EGB, y la Formación Profesional, que pasaron a tener un diseño como el actual.
Por otro lado, la evolución demográfica española hacia el envejecimiento progresivo de la población y la llegada de inmigrantes. También, la progresiva transformación tecnológica con Internet, primero, y luego con las redes sociales en los móviles. Finalmente, con políticas de apuesta decidida por la educación pública, a otras con un peso de la iniciativa privada. De esta manera, el pasado jueves recibí un homenaje y despedida por la jubilación, en la que recordé esta trayectoria. Al principio como interino dos cursos, y luego como funcionario. Había conseguido lo que aspiraba, para convertirse en la única actividad laboral que he realizado. Una actividad que tiene dos vertientes, la propiamente laboral, y la vocacional o intelectual. De mi motivación ha dependido que predominase una sobre otra a lo largo del tiempo.
Al final de mi carrera profesional, todavía tengo esa ilusión primigenia con la que comencé. Tienes menos fuerza tanto física como psicológica, pero una mayor serenidad y reflexión que proporciona la experiencia, centrada en lo fundamental que es el proceso de aprendizaje. En este sentido, ser profesor lo he concebido siempre como una manera de aprender yo mismo a la vez que enseñar. He aprendido y estimulado facetas de mi mismo según las enseñaba a los alumnos. Ahora toda el momento de tomarse la vida de otra manera, la del jubilado, pero una jubilación especial para los de nuestra profesión. La de seguir siendo docente de otra manera, por una parte seguir aprendiendo, por otra recordar lo vivido y experimentado, además de transmitir, no olvidar aquellas experiencias que marcaron nuestra propia identidad.