Actividades de la Tutoría

Cena, 4 de diciembre, 2015
Este curso me ha correspondido una tutoría de 2º de Bachillerato. El grupo 2ºX que cursan Ciencias Sociales. Les tengo en la asignatura de Geografía. Afrontar la labor como tutor en este nivel tiene el inconveniente que no tiene una clase específica dentro del horario de los alumnos, así que se tiene que realizar un tanto a saltos, de una clase a otra, o fuera del horario, si quieres centrarte en un alumno en particular. En principio, el grupo se ha mostrado bastante cohesionado y abierto a las distintas iniciativas y actividades que han surgido relacionadas con la tutoría. Ha favorecido que la mayoría se conoce desde el inicio de los estudios en el centro.

Los resultados del primer trimestre han mostrado las exigencias que tiene este nivel respecto a los contenidos. Hay una exigencia también de tiempo con motivo de las Pruebas de Acceso a la Universidad que se realizarán a principios del mes de junio. En general, los alumnos ven el curso como muy agobiante. A los alumnos con unos resultados claramente negativos se les ha intentado que clarifiquen mediante entrevistas personales las causas de los mismos e intentar motivarles. De igual manera, a todo el grupo, mostrando la necesidad de una organización adecuada del tiempo y equilibrando los esfuerzos, para la consecución de los objetivos, que seguramente serán muy gratificantes al final del periodo.

Acuerdo global sobre el cambio climático

De un tiempo a esta parte todo el mundo opina que el tiempo atmosférico no es el propio de esta época del año. Durante este otoño, nuestro país ha tenido temperaturas más benignas que las que corresponden, más si nos acercamos al comienzo del invierno. En algunas zonas se puede hablar de una prolongación del verano. Las formaciones del oeste y los vientos fríos del norte, este año por ejemplo, se han reducido hasta el mínimo. Lo mismo podemos decir de las lluvias. Sucede que son los síntomas inmediatos, en estos meses, de un cambio más profundo, el del clima, que los científicos venían anunciando desde hace años.


Es un cambio del clima provocado por el calentamiento de la atmósfera fruto del consumo humano de los combustibles fósiles. El ser humano basa su desarrollo económico en el empleo de una energía que no es eficiente, que contamina el mediambiente. Para intentar que el fenómeno no se dispare hacia niveles que provoquen la destrucción del planeta, se ha llegado al primer acuerdo mundial por el clima el pasado fin de semana en París. El acuerdo ha sido firmado por 195 países y entrará en vigor en 2020. Tiene como objetivo general conseguir que el aumento de la temperatura media del planeta a final de siglo se quede entre 1,5 y 2 grados con respecto a los niveles preindustriales.


Para ello los países deberán poner un techo a sus emisiones de gases efecto invernadero. De momento, 187 han presentado planes de reducción. Los países desarrollados lo tendrán que hacer los primeros. Las contribuciones a la reducción de emisiones se revisarán cada cinco años al alza. El primer análisis se realizará en 2018 y la primera actualización en 2020. Habrá un inventario de control para poder hacer un buen seguimiento de los programas nacionales de reducción con tres categorías: los desarrollados, los emergentes y los pobres, de mayor a menor exigencia.


El acuerdo mundial firmado en París será vinculante, aunque no serán legalmente vinculantes los objetivos de reducción de emisiones. Si es obligatorio presentar planes para reducirlas o limitarlas. Por otra parte, para que los países con menos recursos puedan afrontar los daños e incluso reducir su contaminación, se establece la obligación de que exista ayuda internacional. Los países desarrollados deben movilizar fondos por valor de 100.000 millones de dolares anuales hasta 2025, revisables, y la creación de un nuevo organismo internacional dedicado a los daños y pérdidas producidas por el cambio climático. Por tanto el mundo ha decidido en París dirigirse hacia una economía baja en emisiones de gases de efecto invernadero, una economía limpia y sostenible con la Tierra, que nos proporciona la vida.

La evaluación en 3º de ESO

En estos días se concreta en un valor numérico el aprendizaje realizado por el alumno a lo largo de la evaluación. Lo que llamaríamos una evaluación sumativa de los distintos tipos de análisis realizados. Llevados a cabo por el docente sobre todo, y los alumnos, que los he introducido en la misma. Espero que sean cada vez más conscientes de participar en este proceso. No dejándose llevar por las afinidades o antipatías con otros compañeros. Ser objetivos resulta difícil y también se aprende mejor de lo que se tiene que juzgar. El empleo de rúbricas nos ha servido para precisar mejor los criterios a utilizar.


Hemos evaluado los contenidos, las competencias, la motivación y la participación y la colaboración en el grupo. Los productos finales situados principalmente en los portafolios grupales. Los propios blog en los cuales se encuentran. Solamente faltaría la autoevaluación que pretendemos se haga mediante la realización de un diario de aprendizaje situado en aquellos en forma de páginas. Por otra parte cabría la posibilidad de integrar todos los blog en un soporte web. Al principio del curso pensé en que formaran parte de una site ya realizada sobre Geografía e Historia. Veo más práctico insertarlos en el curso específico del Aula Virtual del centro.

Nuevos datos sobre migraciones en España


Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), según la noticia publicada por el diario EL PAÍS para el primer semestre del año, el crecimiento de la economía no frena la salida de españoles del país. Así, en el primer semestre del año, unos 50.884 pusieron rumbo al extranjero, un 30% más que en 2014. En sentido contrario volvieron, 23.078, menos de la mitad. Por otra parte, el flujo de extranjeros hacia España, ha alcanzado en el mismo periodo, los 134.143, superando a los que dejan nuestro territorio, en 20.380 personas. Un balance positivo debido a que se ha producido una fuerte bajada de éstos en menos de la mitad.

expansión.com

El saldo global migratorio, agrupando a españoles y extranjeros, está cada vez más cerca de la paridad, unos 7.385, el dato más bajo desde 2009. La primera consecuencia de ello es que España sigue perdiendo población. El total de habitantes ha bajado en 26.501 personas y es a 1 de julio de 2015, 46.423.064 habitantes. De todas las maneras se ha ralentizado la tendencia a la baja respecto de 2014. Rumanía, Marruecos e Italia son, por ese orden, los países de origen de los nuevos residentes, aunque los rumanos y marroquíes que dejan el país superan a los que llegan. La presencia de italianos, franceses, chinos y ucranianos es la que más crece.

Crecimiento vegetativo negativo


El pasado 3 de diciembre se publicó la noticia referida a los datos provisionales ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en los que aparece para el primer semestre de este año un crecimiento natural negativo entorno a 19.268 personas. El número de nacimientos fue de 206.656, mientras que las defunciones ascendieron a 225.924. Este dato no sucedía desde 1944 cuando la pirámide de población estaba condicionada por la posguerra. Sin embargo, todavía es posible que el saldo negativo se reajuste en el resto del año como sucedió en 1999, aunque parece ser que la línea roja se atravesará este año y que además será una tendencia que se mantendrá en adelante como se había previsto.


Las causas se centran en el envejecimiento de la población española y en el número de nacimientos especialmente bajo. España es el quinto país de la UE con peor situación demográfica. Las españolas son las europeas que más tarde tienen hijos y las terceras que menos tienen, una media de 1,4. En este sentido, un 25% de mujeres en edad fértil carecen de ellos, el dato más elevado desde 1916. Si continúa esta tendencia, es previsible que en 2050, la población en edad de jubilación haya duplicado el número de menores de 15 años, provocando la inversión de la pirámide de población. Esto datos podrían cambiar gracias a un intenso fenómeno inmigratorio, que en este momento no sucede por la situación económica.