Alegoría de la Constitución de 1812. Francisco de Goya |
El día 19 de marzo se conmemora el bicentenario de la publicación de la Constitución de 1812, llamada La Pepa por esta fecha, día de San José, la misma que la del comienzo del reinado de Fernando VII. Es un texto mítico por la fama histórica que alcanzó al ser elaborada durante la Guerra de Independencia frente al ejército napoleónico; ser el primero en establecer un sistema político liberal con los principios de la soberanía nacional y la división de poderes; su escasa vigencia durante el reinado de Fernando VII, y ser un referente para la indepenciacia de Hispanoamérica. Un mito, igualmente en lo que supuso de cambio revolucionario frente al Antiguo Régimen al que se aferraba la monarquía española, y los estamentos privilegiados de la época.
Proclamaba que el poder residía en la nación, aunque no en el sentido democrático, popular. En ella se excluían a las mujeres, a los indígenas, a los negros y a los esclavos. Afirmaba qu el objeto del gobierno es la felicidad, siguiendo las ideas de la Ilustración, y suprimía el privilegio impositivo que se tenía por estamentos. Potenciaba la educación del pueblo y la protección del individuo, los derechos humanos: libertad de expresión e imprenta, la seguridad personal, la prohibición de las torturas. El individuo deja de ser un súbdito para convertirse en ciudadano.
La Constitución de 1812 adquirió por estos cambios, y por la necesidad de ellos durante los siglos XIX y XX, una fuerte carga simbólica de libertad democrática, pero vista desde la perspectiva actual, se manifiestan las limitaciones de su época, en lo que afectan a la participación política, a una ruptura más radical con el Antiguo Régimen, o el peso de la religión católica. A pesar de todo, constituye uno de los textos jurídicos e históricos de referencia.