Acabamos de estudiar el tema de la población en la asignatura de Geografía de España. Uno de los apartados más significativos corresponde a los movimientos espaciales. Hemos querido ver la incidencia del fenómeno dentro de las familias de los alumnos. Podemos decir que ha tenido una incidencia relevante en las distintas generaciones. Por una parte, el fenómeno del éxodo rural producido en nuestro país desde los años 50, por otra, la emigración a otros países del mundo, y el posterior retorno. Se cumple la máxima que España es un país de emigrantes. Finalmente, los que provienen de la intensa inmigración de comienzos del siglo XXI, que vienen buscando nuevas oportunidades y mantienen el escaso crecimiento de la población.
En un pequeño ejercicio de redacción los alumnos han reflejado los ejemplos de migraciones que se han producido en sus familias. Aquellos de origen español, apenas han protagonizado el fenómeno migratorio junto a sus padres. Tenemos que retroceder a sus abuelos. Procedieron desde las dos Castillas, Extremadura, y Andalucía, dentro del ámbito del éxodo rural. En este grupo, algunos ancestros, igualmente, estuvieron en Alemania, Francia y Argentina. Aquellos alumnos que no son de origen español, ellos mismos o sus propios padres son los que han realizado el movimiento migratorio. Un caso por parte de madre desde Marruecos y de padre, de Nigeria. Dos de origen americano, uno de Perú y otro de República Dominicana. Los casos más recientes de inmigración, provienen de China y de Cuba, de hace poco más de un año.
Observamos, por tanto, la importante incidencia del fenómeno migratorio, que cada vez será más intenso en un mundo globalizado. Lo que ha movido y estimula a un cambio profundo de residencia son razones socioeconómicas, la búsqueda de una mejor calidad de vida que en sus países o zonas rurales de origen. En todos los casos, los protagonistas de la migración, sufren un proceso de adaptación a los nuevos lugares. Luego se abre una nueva vida y mayores perspectivas de futuro.
