Cine e Historia: El profesor de persa


 El genocidio judío ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial es un filón de historias personales de aquellos que lograron escapar a un destino trágico. La película rusa, EL PROFESOR DE PERSA, dirigida por Vadim Perelman, basándose en la novela de Wolfgang Kolhaase, cuenta la peripecia de un prisionero judío, que haciéndose pasar por persa, llega a salvar la vida, en un momento que se había puesto en marcha la llamada Solución Final, que suponía el exterminio de los judíos de Europa. En este caso, desde Francia, a través de los campos  de tránsito, en donde se iban  reagrupando los prisioneros, para ser destinados luego hacia Polonia, si podían resistir las condiciones inhumanas a las que eran sometidos.




En la película, Gilles, el hijo de un rabino, logra engañar al capitán Klaus de que es persa, para poder así enseñarle el supuesto idioma de aquel país en el que estaba interesado. La dificultad será inventar las nuevas palabras sin levantar sospechas que le podría costar la muerte. Para ello, empleará los nombres de los prisioneros que van llegando al campo, pues uno de sus encargos, debido a su buena grafía, es apuntarlos. Al final consigue su objetivo, crear una nueva lengua, con la que se entiende con su guardián alemán, que le permitirá la supervivencia, y a la vez, memorizar, miles de nombres de prisioneros judíos, una pequeña parte de los que estuvieron en el campo, que hubieran desaparecido, porque los nazis, al avanzar el frente de guerra, destruyeron cualquier registro de su existencia.

Isabel II, la mujer y la pintura


Durante este curso estamos estudiando la Historia de España del siglo XIX en 2º de Bachillerato. La actual exposición madrileña, Invitadas. Fragmentos sobre mujeres, ideología y artes plásticas en España (1833-1831), que se muestra en el Museo del Prado, a partir de sus propios fondos, provenientes de las adquisiciones estatales, arroja nueva luz sobre este periodo histórico. Por una parte, sobre el papel de la mujer en la sociedad, un rol subordinado al del hombre, asociado a las tareas domésticas y a la maternidad, y por otra, sobre la difícil carrera, llena de obstáculos, de las mujeres por ser artistas, especialmente, pintoras. En este segundo aspecto, la exposición nos informa, que a las mujeres les impedían una rigurosa formación académica, por lo que aquellas que se dedicaron a la práctica artística tuvieron que tener protección o provenir de una familia de este ámbito.



La crítica al final de siglo tuvo que aceptar a la mujer en las Exposiciones Nacionales. Antes tuvieron que iniciarse como pintoras de géneros menores como la miniatura y los bodegones de flores. La práctica de la fotografía, dentro de un estudio dirigido por un hombre fue otra de las actividades en las que la mujer pudo dar rienda suelta a su creatividad. Un hecho significativo de este periodo fue el interés y la práctica por la pintura de las reinas durante este periodo. Primero, de María Isabel de Braganza, segunda esposa de Fernando VII, luego de María Cristina de Borbón, Reina Regente, cuyo maestro fue José de Madrazo y sus hijos. Durante su vida, influida por los acontecimientos políticos practicó este arte y envió cuadros a las exposiciones de la Academia de San Fernando.



De similar interés por la pintura fue la desarrollada por su hija Isabel II, que tuvo la motivación de su madre, y las clases de la pintora, Rosario Weiss, luego continuadas por Bernardo López. Otro aspecto de su formación era la copia de los grandes maestros en el Museo del Prado, un aspecto, el de copianta o copista, al que se dedicaba la mujer, para su formación en la época por la imposibilidad de acceder de otra manera a la misma. De esta forma, Isabel II llegaría a pintar, teniendo como principal actividad, la copia de grandes obras de la historia de la pintura. Tanto la Regente como la Reina desde 1846 remitieron pinturas a las exposiciones oficiales del momento, y ordenaron adquirir obras realizadas por mujeres. En este sentido, la propia Isabel II, nombró en 1850 a Emilia Carmena, pintora honoraria de la Real Cámara. La protección y el mecenazgo que dispensó a las mujeres pintoras fue muy superior a la de su madre. 



En el inventario de 1870 de las estancias del Real Palacio se localizan obras de la misma Emilia Carmena, de Adriana Rostán, de Euphémie Muratón, de Victoria Martín del Campo, de Josefa Gumucio, y de ella misma, como la famosa, Sagrada Familia del pajarito, copia de Murillo, de 1848, que ha sido interpretada por los historiadores, como le sucedió con alguna obra de su madre, como un sutil mecanismo de legitimación  con el que la madre e hija intentaron contrarrestar el desprestigio  que atacaba su vida privada, en su caso, casada por razón de Estado con su primo Francisco de Asís, y a raíz de la cuestión de Palacio por su relación amorosa con el general Serrano.

Imperialismo, guerra y totalitarismo

 

Durante el 2º Trimestre los alumnos de 4º de ESO realizarán un conjunto de tareas, que vamos a reunir bajo el epígrafe: IMPERIALISMO, GUERRA Y TOTALITARISMO. A través de ellas conocerán la expansión de los grandes países europeos por el mundo, estableciendo relaciones coloniales de carácter desigual, de dominio económico, con distintos territorios más atrasados. Los productos manufacturados de la Segunda Revolución Industrial exceden la capacidad de los mercados nacionales. Los países colonizados verán como sus antiguas culturas serán desplazadas por otras llegadas de Europa. Un extraordinario acontecimiento pondrá fin a los sueños imperiales europeos. La sangrienta Gran Guerra, impactará en las conciencias de los ciudadanos. El siglo XX abrirá sus puertas tras las consecuencias del conflicto. Una gran revolución conmocionará al mundo. La economía capitalista y el sistema liberal entrarán en crisis. Las ideas totalitarias, pondrán en riesgo nuestra civilización.

Las aportaciones de la escultura gótíca


El desarrollo de la cultura urbana durante la Plena y la Baja Edad Media, va a suponer cambios significativos en la forma de concebir las formas artísticas. El desarrollo del comercio y la artesanía, la aparición de ámbitos distintos a los propiamente feudales, junto a la construcción de las grandes catedrales, van a asociados a transformaciones de mentalidad y espirituales. La escultura expresará junto a las demás artes, las nuevas condiciones sociales. En general, estilísticamente, en el gótico, se avanza hacia el naturalismo y la mayor expresión de los sentimientos, que la escultura hierática, y más simbólica del románico. Se irá liberando del marco arquitectónico, en favor de una captación mayor del detalle anatómico y la expresión de los rostros.



La escultura en piedra seguirá decorando, ahora a mayor escala las portadas de los edificios, los tímpanos, arquivoltas, jambas y parteluces. Los temas de Antiguo y Nuevo Testamento anteriores se mantendrán, en un primer momento, para ampliarse, desde una perspectiva más humana, hacia la figura de la Virgen con el Niño, y la vida de los santos. La representación de Cristo Crucificado se humaniza. al mostrarse sufriendo. El sentido narrativo y didáctico de la representación escultórica se intensifica. Igualmente, se desarrolla la devoción privada en capillas, que son decoradas por retablos y sepulcros. Las sillerías del coro constituyen uno de los espacios donde los artistas manifiestan sus destrezas.



La escultura gótica, como la románica, nace en Francia, y se difundirá por toda Europa en el siglo XIII. La impronta clásica de Italia, hará que las formas escultóricas allí creadas en los púlpitos, nos recuerden los modelos romanos. Por un tiempo, en el siglo XIV, el llamado gótico internacional, se mostrará en formas alargadas y los trazados curvilíneos. La relación entre las figuras expresan mejor que antes sentimientos. Al final de la Edad Media, la escultura del Ducado de Borgoña, impone el modelo. Un canon más corto y voluminoso de las figuras, en las que los ropajes describen pliegues angulosos. Las cabezas son muy realistas con detalladas expresiones en los rostros.



La Gran Nevada



Los días 8 y 9 se produjo una de las mayores nevadas de la que se tienen datos en España, especialmente en la Comunidad de Madrid. Hay que remontarse al siglo XIX, para que la capital del país acumulase más de 40 cm de nieve. Ni aquellas caídas en 1963 o en la Navidad de 1970-1971, mostraron tales consecuencias. La AEMET advirtió con antelación de la alerta roja ante el extraordinario fenómeno climatológico, infrecuente a estas latitudes. Las consecuencias han sido numerosos daños de todo tipo. Un 70% del arbolado madrileño se encuentra dañado. La vida cotidiana se ha visto transformarse por la reducción obligatoria de la movilidad. Las clases presenciales se han retrasado desde el día 11 de enero, hasta mañana día 20.



Los efectos de la nevada, acompañada de ventisca, entre el viernes, día 8, y la mañana del sábado día 9 de enero, se incrementaron al ir acompañada por una intensa ola de frío que no se recordaba en la Comunidad de Madrid desde l945. Al sur de la misma se han alcanzado los -10ºC, y en el centro de la capital, unos -7ºC. Ver nevar en nuestra región resulta difícil, y más que cuaje. Esta vez, la nieve, que ha sido casi imposible retirar, se ha convertido en hielo, dificultando más su limpieza. Conocemos por los científicos que el Cambio Climático es inevitable, y sus efectos de subidas de las temperaturas como estamos padeciendo, deben ser mitigadas por un esfuerzo conjunto de todos los países para la reducción de gases efecto invernadero.



El Cambio Climático, que sufre ya nuestro planeta supone además que se produzcan fenómenos meteorológicos catastróficos. Temporales, tormentas, huracanes, gotas frías, ven incrementarse su fuerza sobre la Tierra. La borrasca Filomena, que hemos padecido estos días, se inscribe en la alteración de la circulación atmosférica causado por el fenómeno del calentamiento global.