Cabeza de El David, 1501-1504 |
Acabamos de estudiar la obra escultórica de Miguel Ángel Bounarroti, dentro del arte del Renacimiento italiano, el Cinquecento. Una de las cualidades esenciales de su estilo ha sido la llamada terribilitá, vocablo italiano, que los contemporáneos del artista emplearon para definir la forma grandiosa y la fuerza espiritual de los personajes representados. Está relacionado con su propio carácter temperamental y exaltado, del que dio ejemplos a lo largo de su vida. Igualmente, se ha unido al contacto con la filosofía neoplatónica que tuvo en la juventud.
Cabeza de El Moisés, 1513-1515 |
Esta cualidad del estilo de Miguel Ángel se aprecia sobre todo en dos esculturas: El David y el Moisés. Los dos muestran una mirada terrible, llena de ira antes de llevar a cabo su destino. Transmiten una tensión apenas contenida que se observa en sus rostros, en la colocación de los brazos y manos, y en la situación de las piernas. El primero se representa en el momento anterior a la lucha con el gigante Goliat. Respondía a un encargo realizado por la nueva república florentina. Se convertiría en símbolo de la lucha de la ciudad por la independencia y la libertad frente a sus enemigos más poderosos. La segunda obra, muestra al líder de los judíos al descubrir la idolatría a la que se entrega su pueblo, tras recibir los Mandamientos en el Monte Sinaí.