La prolongada sequía


Acabamos de estudiar el tema de la hidrología en la materia de Geografía. Viene al caso tratar el fenómeno de la sequía. El año hidrológico que terminó el 30 de septiembre registró un 15% menos de lluvias que la media histórica establecida entre 1981 y 2010. En nuevo año comenzó muy seco igualmente, lo que sucede desde 2013, en el que todos los periodos han estado por debajo de la media histórica en precipitaciones. Esta sequía prolongada ha traído como consecuencia que los embalses se encuentren al 38,3% de su capacidad, la menor desde mediados de los años 90. Ante esta circunstancia la prioridad es el abastecimiento humano, saber hasta cuando está garantizado el consumo, lo que provoca, entre otras consecuencias, las restricciones a los cultivos de regadío o la reducción de los caudales ecológicos de los ríos.


La generación de electricidad se ha visto seriamente afectada por la escasez de agua embalsada. De esta manera, a finales de septiembre, sólo el 8% de esa energía tenía este origen, un 50% menos que en 2016, que ha traído consecuencias en la subida del recibo de la luz, entorno a un 10%, y efectos medioambientales negativos al emplear carbón y gas natural para sustituir a las centrales hidroeléctricas. Igualmente, la falta de lluvias, ha afectado a la agricultura, especialmente puede limitar la cosecha de aceituna en un 30%. Una producción muy relevante para la economía del campo español, y también, su escasez, se vería reflejada, por su importancia, a nivel mundial.


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