Testimonios del Holocausto


Existen numerosas obras publicadas sobre el Holocausto, el genocidio del pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial. Las atrocidades cometidas por el régimen nazi han sido fuente de inspiración para numerosos escritores que fueron testigos de los hechos durante los años treinta y cuarenta. Lo sucedido en la persecución y exterminio en los campos preparados para llevar a cabo la llamada solución final ha dado pié a numerosos escritos y películas, que tratan los diferentes aspectos del tema. Nosotros, en la materia de 4º de ESO, comentamos una obra de ficción, El chico con el pijama de rayas, una novela muy popular del escritor irlandés, John Boyne; y dos testimonios directos, uno las memorias del músico polaco, Wladyslaw Szpilman, titulada, El pianista del gueto de Varsovia, y otro, el más conocido, El diario de Ana Frank.


El músico polaco logró sobrevivir de manera milagrosa a las duras condiciones dentro del gueto y evitar la deportación a los campos de exterminio, para escapar de los trabajos forzados, y con la ayuda de un grupo de conocidos polacos, mantenerse con vida hasta la llegada de las tropas soviéticas. De igual manera, el apoyo final de un oficial alemán en los últimos días de la guerra, le permitieron superar los años de violencia y penuria. El director de cine, Roman Polanski, también polaco y de origen judío, llevó a la gran pantalla sus memorias en la película, El pianista, una obra ganadora de los mejores premios. 


Pero, sin duda, el diario que escribió Ana Frank en Amsterdam desde 1942 hasta 1944, es el testimonio al que hemos dedicado más tiempo leyendo parte de sus reflexiones más significativas sobre ella misma, su familia, la represión de los judíos, la estancia escondida en la Casa de Atrás, la marcha de la guerra, y el futuro, una vida que no logró tener por su muerte en el campo de concentración. Valgan estas palabras: Me es absolutamente imposible construir cualquier cosa sobre la base de la muerte, la desgracia y la confusión. Veo cómo el mundo se va convirtiendo poco a poco en un desierto, oigo cada vez más fuerte el trueno que se avecina y que nos matará, comparto el dolor de millones de personas, y sin embargo, cuando me pongo a mirar el cielo, pienso que todo cambiará para bien, que esta crueldad también acabará, que la paz y la tranquilidad volverán a reinar en el orden mundial. Mientras tanto tendré que mantener bien altos mis ideales tal vez en los tiempos venideros aún se puedan llevar a la práctica...

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