Características esenciales de la arquitectura románica

Nave central de la catedral de Santiago de Compostela

El primer gran estilo artístico de la Edad Media, que se extendió por Europa durante los siglos XI y XII, fue el Románico. Tuvo como contexto a la sociedad feudal, organizada entorno a la monarquía, la nobleza y el clero que promovieron la construcción de numerosos edificios religiosos, tanto catedrales como pequeños edificios para el culto, y los monasterios de la orden de Cluny, que recibieron numerosas donaciones. Este mundo de guerreros y campesinos, superado el milenio, creó una forma específica de entender la arquitectura que se transmitió por las rutas de peregrinación. Desde Alemania hasta Castilla y León, podemos estudiar numerosos ejemplos de este estilo, que, a pesar, de las peculiaridades regionales, presenta una serie de características esenciales.


La primera de ellas es el empleo del arco de medio punto, y su prolongación espacial, la bóveda de cañón, como elementos sostenidos principales.


 El peso de esta cubierta requiere de arcos fajones que conducen tal magnitud a potentes pilares, principalmente compuestos, y gruesos muros, reforzados por contrafuertes, como elementos sustentantes, que suponen la segunda característica esencial del estilo, el predominio del muro sobre el vano. 

Interior cúpula de la catedral de Zamora

Este estilo emplea otros elementos sostenidos, como la bóveda de arista, principalmente para las naves laterales de los templos y la cúpula, localizada en los cimborrios sobre el crucero.

Bóvedas de arista

1 comentario:

  1. a2projects.es
    La arquitectura romántica, con sus castillos góticos y palacios de ensueño, nos transporta a un mundo donde la fantasía y la historia se entrelazan. Sus estructuras evocan cuentos de hadas, fusionando arte con emoción.

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