Cine e historia medieval: El hombre del norte


 
La película, EL HOMBRE DEL NORTE, escrita y dirigida por Robert Eggers, está ambienta en el siglo IX, en los países nórdicos. Primero en Noruega, y luego en Islandia, donde se desarrolla la mayor parte del tiempo. Por aquella época, se vivía en Europa, la invasión de distintos pueblos, entre los que se encontraban los vikingos. Hacía poco que había terminado el glorioso reinado de Carlomagno, que había intentado recuperar el imperio romano. La invasiones violentas de los vikingos que asolaban las costas en busca de riquezas y esclavos, trajeron la inseguridad de las vías de comunicación, y provocaron el surgimiento del Feudalismo, una nueva organización política, social y económica, propia de la Alta Edad Media, y que responde a la debilidad del poder de los reyes frente a los nobles guerreros que se hacen con el poder en su propio territorio.




Los pueblos nórdicos, sumamente violentos, entre los que se encontraban los vikingos, tienen una tradición antigua diferente a la grecolatina. La película nos ayuda a comprender dicha tradición que está vinculada con la naturaleza, y que tiene como padre de los dioses a Odín, y al paraíso, el Valhala, lugar de reposo de aquellos guerreros que habían alcanzado la gloria. Los dioses establecen el destino de los seres humanos, sobre todo de los reyes y sus príncipes, como el protagonista, que vio cómo asesinaron a su padre rey de Noruega, para hacerse con el trono. El deseará toda su vida vengar esa muerte, y la infidelidad de su madre. Hecho que calmará la rabia con la que vivió siempre, y que le hará reencontrarse con su pasado, y alcanzar, con la guerra, el destino que tenía encomendado, a pesar de la opción de ser feliz, en un nuevo reino, y formar parte del árbol sagrado de los reyes con su nueva descendencia.

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