Despedida en la nueva normalidad

El curso 2019-2020 ha tocado a su fin. Un curso que pasará a la historia por el confinamiento de la población por la pandemia de Convid-19, que ha provocado la suspensión de las clases presenciales, en favor de las realizadas a distancia por Internet. Tanto los alumnos como los profesores nos hemos tenido que adaptar rápidamente a la nueva situación. Ha quedado en evidencia la brecha digital entre algunos alumnos, que es una desigualdad económica, por la imposibilidad de disponer de dispositivos electrónicos y conexión wifi. Además, y en consecuencia, del valor de las clases presenciales como factor de socialización y de igualdad fundamental. A una situación excepcional, se le ha dado soluciones provisionales, pues la enseñanza tiene un diseño en gran medida presencial. Se ha tenido que improvisar con un aprendizaje y una evaluación a distancia. De todas las maneras, ha facilitado la experiencia novedosa, que ya se estaban aplicando, métodos basados en los avances tecnológicos a distancia con numerosas herramientas a propósito.

 El futuro está lleno de incertidumbre. Por una parte, se encuentra la incidencia del virus hasta que no haya vacuna o tratamiento efectivo, por otra, el deseo que la enseñanza vuelva a ser presencial en septiembre con suficientes garantías sanitarias. Habrá que ver qué solución se proporciona sin que haya menoscabo de la seguridad ni de la calidad del aprendizaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario