Fuente: bancodeplastico.org |
La contaminación por residuos plásticos asola los mares del planeta. La mayoría llevados por los ríos del continente asiático. Cada vez estamos más concienciados de que hay un problema grave, y hay que solucionarlo. Todos estamos en peligro, desde los animales marinos hasta los seres humanos. La solución se encuentra en el reciclaje, y ahora, incluso en liberarse de los plásticos. Podemos decir que el reciclaje ha fracasado, pues apenas un 9% del plástico fabricado desde 1950, se ha vuelto a utilizar. En la actualidad sucede el fenómeno que los países desarrollados se quitan el problema de las basuras exportándolas a países en vías de desarrollo, principalmente del Extremo Oriente. España se incluye con el puesto 9º, en el top 10 de las naciones que exportan residuos, mientras se cerraban plantas de reciclaje por falta de material.
Fuente: residuosprofesional.com |
Para solucionar este problema, los 187 miembros del Convenio de Basilea, que regula la exportación e importación de residuos peligrosos, han tomado una serie de medidas para poner freno al caos actual en el comercio de basuras plásticas. De esta manera, los residuos peligrosos deberán ser tratados en el país de origen. Los no reciclables no se podrán exportar. Ciertos residuos deberán tener un permiso especial del lugar que los reciben. Constituyen, por tanto, unas medidas, que mejoran la gestión y evitan los problemas de contaminación por la exportación incontrolada. China había puesto ya el foco en el problema. Llegó a ser el importador del 60% de de estas basuras en 2017, aunque un año después cerró sus puertas, trasladando el problema a Filipinas, Malasia e Indonesia.
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