La Gioconda, 1503-1519, Museo del Louvre |
Quería comentar una pintura del Cinquecento, aquella que mejor representase este periodo comprendido por la obra de los grandes maestros del Renacimiento. Podía elegir varias entre las indicadas, incluso, para el nivel de 2º de Bachillerato. Al final me decidí por la Gioconda o Mona Lisa, sin duda la pintura más famosa del mundo. Aquella que logra alterar el ritmo de visitas, ya elevado, del Museo de Louvre, para provocar un tumulto de turistas, palos de selfie y cámaras fotográficas. Los numerosos interrogantes que la rodean, y las copias y parodias a las que ha dado lugar, la han convertido en un auténtico icono cultural.
Representa un retrato de medio cuerpo de Lisa Gerardini, esposa del banquero, Francesco del Giocondo, encargado a Leonardo para celebrar el nacimiento de su segundo hijo. Fue comenzado en la ciudad de Florencia en 1503, y al parecer, siempre retocado por el maestro hasta su muerte acaecida en la corte francesa en 1519. El mismo rey, Francisco I, lo adquirió por esas fechas, para pasar a las colecciones reales. La dama se encuentra en una galería, sentada en un sillón, con los brazos cruzados en un lateral, que producen un leve contrapposto a la figura, para evitar la frontalidad. Al fondo se observa un paisaje onírico, brumoso, que se pierde en la lejanía. Un tratamiento similar al empleado en la Virgen de las rocas. La luz entra por la izquierda e ilumina sobre todo, el rostro, el pecho y las manos.Un rostro caracterizado por una pequeña sonrisa mientras sus ojos están fijos frente al espectador.
Leonardo exhibe su dominio de la técnica pictórica, propia de los grandes maestros. El óleo sobre una tabla de álamo en la que fue pintada, le permite llevarlos a cabo. Muestra una composición triangular, con armoniosas proporciones. Emplea el claroscuro, como definidor de formas y volúmenes, según la diferente incidencia de la luz. De esta manera, los contornos del dibujo están difuminados, según su propia técnica del sfumato. Tales recursos técnicos estarían al servicio de la representación de la psicología de la retratada, significado muy propio del Renacimiento, pero también, de la concepción de la belleza ideal que tenía Leonardo.
La Gioconda, 1503-1516, Museo del Prado |
Los conservadores del Museo del Louvre velan constantemente por su estado de conservación. Tratan de evitar cualquier daño producido por la visita de tantos admiradores. Hoy parece que requeriría una difícil restauración para eliminar los barnices que la oscurecen. Por otra parte, el Museo del Prado exhibe la mejor copia de la Gioconda, también un oleo sobre tabla, con medidas casi idénticas, que fue pintada al mismo tiempo en el taller de Leonardo por uno de sus discípulos, Francesco Melzi o Andrea Salai.
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