El estudio de la población por los alumnos de la asignatura de Geografía ha coincidido con la publicación el pasado 22 de noviembre de la Proyección de la Población de España 2013-2023, según publica la prensa. Predice que el crecimiento natural será negativo desde 2017 cuando el número de nacimientos ya no será capaz de compensar el de fallecimientos. Una situación que se mantendrá hasta al menos 2023. Se trata de un fenómeno excepcional hasta ahora al producirse sólo en la Guerra Civil o en la epidemia de la llamada gripe española de los años 1918 y 1919.
Las causas se deben a varios factores. En primer lugar, a la reducción del número de mujeres en edad fértil. A lo largo de los próximos 10 años estarán en edad de tener descendencia las generaciones que nacieron durante la crisis de natalidad de finales de la década de 1980 y principios de 1990. En segundo lugar, se sumará el descenso de niños por mujer. A su vez propiciado por la crisis económica y los cambios culturales.
De esta manera, a partir de 2017, el aumento de la población quedará exclusivamente en manos del saldo migratorio, un fenómeno muy variable y menos predecible que las tendencias de natalidad y mortalidad. De hecho ya lo estaba condicionando de forma mayoritaria. Sin embargo, se preveé, como sucede en la actualidad, que el conjunto de personas que entran en el país, la inmigración, se mantendrá estable y las salidas, la emigración, crecerá con intensidad, a causa de las dificultades económicas del país. Así, en los próximos 10 años España perderá 2,6 millones de habitantes y el total caerá hasta los 44.082.671. Por otra parte seguirá incrementándose la esperanza de vida hasta alcanzar en 2022 los 87 años entre las mujeres y 81,8 años en hombres.
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