En las últimas semanas hemos llevado a cabo el estudio de la Segunda República y la Guerra Civil. El nuevo periodo nació con la esperanzas puestas en la modernización de nuestro país, tras la dictadura de Primo de Rivera. Un amplio programa de reformas se llevaron acabo en los dos primeros años de mandato de la coalición republicano-socialista. Entre ellas destacó la reforma educativa, que pretendía aquello que echaron en falta los regeneracionistas desde principios del siglo XX, la mejora de la educación del pueblo, esencial para el desarrollo de la nación a todos los niveles. Durante la República se construyeron miles de escuelas y se formaron muchos más maestros, para incorporarse a los centros educativos a lo largo del territorio. La educación debería ser un derecho universal, laica y gratuita, donde se empleasen los métodos pedagógicos más innovadores del momento. Constituyó uno de sus logros más destacados.
La Guerra Civil frustró este proyecto. Numerosos maestros fueron asesinados y otros depurados por el nuevo régimen dictatorial. Sin embargo, fuera de España, el gobierno en el exilio de la Segunda República fundó centros educativos en México para formar a los niños provenientes de la contienda bélica. De esta manera, un grupo de maestros y directivos continuaron la labor educativa republicana. El Colegio Madrid es uno de aquellos centros que se fundó en 1941 en Ciudad de México, para impartir clases de primaria. Lo integraban esos docentes y planificadores, que fueron acogidos generosamente por el régimen de Lázaro Cárdenas. Como nos informa el mismo centro: El proyecto pedagógico del Colegio Madrid se basó en los valores republicanos de justicia, equidad y democracia y tuvo como antecedentes directos las ideas de la Escuela Nueva, así como la Institución Libre de Enseñanza y el Instituto Escuela, centros emblemáticos de finales del siglo XIX y principios del XX en España.
El Colegio Madrid, posteriormente, se fue adaptando a los nuevos tiempos, ampliando los niveles hasta llegar al Bachillerato. En 1973, ante la inminencia del fin del gobierno republicano español, y del exilio, se convirtió en una Asociación Civil sin ánimo de lucro, cuyo único objetivo es el de preservar su obra educativa y cultural. Hoy el Colegio Madrid está integrado en la red de Centros españoles en el exterior, e imparte sus títulos oficiales. (A la memoria del maestro José Gil Ruíz).
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